Jo Gilroy, directora de sustentabilidad del grupo Balfour Beatty, comparte una actualización sobre el viaje en curso de la compañía hacia la futura obra de construcción con cero emisiones de carbono. El caso se da en el Real Jardín Botánico de Edimburgo
Gilroy dice que, por primera vez en una obra de Balfour Beatty, la compañía se ha vuelto completamente eléctrica. “Durante un período de seis semanas, nuestro equipo que trabaja para entregar nuestro proyecto Edinburgh Biomes en Royal Botanic Gardens Edinburgh probo una flota de máquinas con plantas motrices totalmente eléctricas, ampliando los límites de lo que es posible y familiarizándonos con la próxima generación de manipuladores telescópicos, excavadoras, dumpers y compactadores wackers.”
A pesar de esto, Gilroy dice que todavía hay muchos desafíos. Uno de los desafíos clave es la infraestructura necesaria para la carga de vehículos eléctricos y la disponibilidad de estaciones de carga viables accesibles en los lugares de trabajo.
Gilroy agrega: “Como puede imaginar, la mayoría de las plantas motrices que funcionan con baterías son considerablemente más pequeñas que las plantas diésel y, por lo tanto, solo cargan suficiente energía para alrededor de cuatro a seis horas de trabajo antes de que necesite recargarse. Además, al igual que con los coches y furgonetas eléctricos, la máquina eléctrica es mucho más cara de alquilar o comprar que la maquinaria diésel tradicional”.
Sin embargo, se predica que los costos reducidos de combustible y los requisitos menores de mantenimiento pueden hacer al equipamiento accionado a electricidad considerablemente más rentable en el largo plazo.
Gilroy dice que no hay duda de que el cambio a la electricidad requerirá cambios en la forma en que planifican y administran sus obras en el día a día. “Tendremos que tomar medidas y asegurarnos de que estamos cargando nuestras máquinas eléctricas durante la noche y utilizando nuestra herramienta Power Profiler, que recomienda la configuración del sitio más rentable y eficiente en carbono, siempre que sea posible. Entonces, sin duda, hay compromisos y obstáculos que superar”.
Sin embargo, una de las principales ventajas de las plantas motrices eléctricas sobre las diesel es que producen cero emisiones. Esto no solo es un paso claro en la dirección correcta para el sector de la construcción, sino que también significa que pueden operar en espacios cerrados o en sitios más pequeños sin ventilación adicional ni monitoreo de monóxido de carbono.
“También hemos notado una clara diferencia en términos de calidad del aire y en la contaminación acústica. De hecho, la maquinaria eléctrica es tan silenciosa durante las operaciones estándar que nuestros procedimientos operativos y la capacitación en seguridad deberán actualizarse para mantener informada a nuestra fuerza laboral.
“Sin embargo, a pesar de todos estos beneficios, el parque de máquinas totalmente eléctrico aún no es una opción realista para nuestras obras más grandes o para máquinas pesadas. Actualmente no existe la infraestructura requerida para acomodar una flota completamente eléctrica a gran escala, sin una buena conexión a la red”.
La opinión de Balfour Beatty es que, para la utilización en máquinas pesadas, la prioridad de la industria debe ser acelerar la transición energética al hidrógeno en lugar de confiar en que la electricidad proporcione la solución.
“Estamos liderando el camino para hacer que los motores de combustión funcionen con combustible de hidrógeno para máquinas medianas, como manipuladores telescópicos y excavadoras tradicionales, a través de nuestra asociación con JCB y Sunbelt Rentals.
También estamos trabajando con GeoPura y Siemens Energy en celdas de combustible de hidrógeno para generar energía sin necesidad de una conexión eléctrica. El potencial de este trabajo es enorme”.
Fuente: constructiontechnology.media