Ante la grave situación que vive el país por la irrupción del COVID-19, la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) apoya las medidas anunciadas por el gobierno nacional y acompañará los esfuerzos para contener la propagación del virus, especialmente en las obras de construcción que se encuentran en curso. El cuidado de la salud de la población es y debe ser la prioridad para todos en este momento.
Asimismo, la Cámara destacó la importancia de los anuncios realizados ayer por el gobierno en materia de transferencia de ingresos para la población más vulnerable y de alivio para el sector productivo. Entre las medidas que impactan positivamente en el sector, se destacan el relanzamiento del Plan Procrear, además del aumento de partidas presupuestarias para gastos de capital. Son sumamente relevantes también el resto de las medidas que contribuyen con una mejora de la productividad de la economía y el sostenimiento del empleo como la eximición de contribuciones patronales para sectores en crisis, entre otras.
En ese sentido cobra especial importancia la convocatoria del Gobierno a través del Ministerio de Desarrollo Productivo para la primera reunión de una Mesa de Coordinación del sector de la Construcción con participación también de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), además del Gobierno Nacional. En ese marco la Cámara espera poder abordar la agenda específica del sector que permita impulsar la actividad y recuperar el empleo en el marco de una crisis que ya lleva dos años de existencia.
Entre las medidas propuestas por la Cámara y que se llevarán a la Mesa de la construcción, se pueden destacar:
* Incluir al sector Construcción en las líneas de crédito especiales, a tasas promocionales, para el pago de salarios
* Para ello, disponer su rápida implementación a través del Banco Nación u otros Bancos Oficiales, adecuando la normativa aplicable del Banco Central para que la operatoria sea posible para el Banco, sin que ello afecte la calificación crediticia de la empresa
* Ampliación a toda empresa constructora de los Regímenes Fiscales y Previsionales de excepción ya vigentes.
* Complementarlos con medidas concretas referidas a:
– Prórroga de vencimientos de presentaciones pagos, y respuestas a requerimientos, tanto nacionales, como provinciales y municipales.
– Financiamiento del pago de nuevas obligaciones fiscales y previsionales en tres cuotas sin intereses.
– Financiamiento de obligaciones pendientes mediante la adhesión a planes vigentes o nuevos, con plazos y anticipos más benignos.
– Dejar sin efecto las caducidades de planes de pago, neutralizando los plazos, cuyo computo se reiniciaría cuando se decrete el fin de la emergencia sanitaria.
– Mientras dure la emergencia, suspender embargos y otras medidas que afecten el funcionamiento productivo de la empresa.
* Permitir el otorgamiento de créditos a los contribuyentes que tengan mora con el sistema previsional.
* Ampliar los plazos para adherir a la moratoria fiscal vigente posibilitando la adhesión a toda empresa constructora.
* Prorrogar los plazos y adecuar el régimen de repatriación de fondos del exterior, ampliando la exención de la sobretasa, a aquellos fondos que se apliquen a inversiones nuevas en construcción.
Para el caso de los contratos de Obra Pública vigentes:
* Establecer una línea de descuento de certificados de obra pública, sin que ello afecte la calificación crediticia de la empresa.
* Emisión de un título negociable, de plazo definido, por cada crédito que no pueda ser cancelado de inmediato,
* Neutralización de los contratos, sin multas ni sanciones y reformulación de los mismos para la parte de obra pendiente de ejecución.
Dada la emergencia sanitaria vigente:
* Adecuar las discusiones paritarias en curso a la situación de emergencia sanitaria declarada
* Incluir al sector Construcción en el régimen de subsidios (REPRO) en los sectores que se vean más afectados, para evitar pérdida de empleos.
La crisis sanitaria que afecta al mundo agravará la propia situación excepcional que vive el sector de la construcción desde marzo de 2018 con pérdida de empleo y empresas en estado crítico. A esto se suma una parálisis de las inversiones industriales que esta crisis sólo puede agravar, y con ello, la situación de nuestras compañías constructoras.
Para superar la emergencia, cabe destacar la importancia del sector de la construcción en la recuperación de la actividad económica y de los empleos, y el efecto positivo que tiene sobre toda la cadena de valor industrial y de servicios por la actividad derivada en toda la industria y la rápida generación de empleos de todo nivel de calificación.