¿Podría eso cambiar pronto?

Una nueva ola de innovadores tiene como objetivo introducir dirigibles en el sector de la construcción para utilizarlos como grúas flotantes y portadores de carga. El concepto es convincente, pero ¿se puede superar los obstáculos históricos? Lucy Barnard investiga.
Imagínese una obra en la que las grúas son sustituidas por un gancho flotante, ajustable a la altura perfecta. Donde los edificios prefabricados y los suministros pesados llegan por aire, antes de ser bajados suavemente a su lugar de emplazamiento. Y donde el mantenimiento en zonas remotas o en alta mar podría gestionarse desde el cielo, todo ello con cero emisiones.
Esta visión sustenta las ambiciones de una nueva generación de empresas que tienen como objetivo adaptar a los dirigibles (naves impulsadas por motores y además más ligeras que el aire) para que sirvan como herramientas versátiles para su aplicación en la industria de la construcción.
Usar Dirigibles como grúas flotantes:
“Estamos eliminando un obstáculo en el desafío logístico de levantar y transportar cosas pesadas”, explica Jeremy Fitton, fundador y CEO de SkyLifter, uno de varios startups que buscan inversión para desarrollar dirigibles especialmente diseñados para aplicar en la construcción. “Cuando se elevan más de 20 toneladas verticalmente por aire, no hay otras soluciones prácticas”.
Imagen: Ballenas voladoras
Las ventajas de los dirigibles en la construcción son claras. Una vez inflados, estos vehículos más ligeros que el aire consumen un mínimo de combustible, lo que ofrece una solución ecológica para levantar cargas pesadas en áreas a las que las grúas no pueden acceder fácilmente. También se destacan en el transporte de artículos de gran tamaño, como palas de turbinas eólicas o estructuras prefabricadas.
Normalmente llenos de helio o hidrógeno y propulsados por motores eléctricos, los dirigibles representan un método bajo en carbono para transportar y levantar materiales pesados. Su mínima dependencia de infraestructuras, como aeropuertos o extensas redes de carreteras, aumenta aún más su atractivo. Y dado que los dirigibles existen desde hace un siglo y medio, existen marcos regulatorios establecidos que significan que los dirigibles podrían representar una herramienta viable y transformadora para la industria de la construcción.
Para Fitton, esta tecnología tiene el potencial de revolucionar la forma en que se planifican y ejecutan los proyectos de construcción.
Cambiando la economía de la construcción:
“Si se introduce la capacidad de levantar y mover cargas útiles de gran tamaño o frágiles, desde y hacia cualquier lugar, de repente eso cambia la economía de la construcción”. “Libera a la industria para hacer las cosas aún más grandes. Puede hacer una armadura de techo de una manera diferente porque no tiene que desmontarla en piezas más pequeñas durante la fabricación y volver a montarla en el sitio. Se puede hacer más barato porque se puede hacer en una sola pieza grande”.
Imagen: Skylifter
SkyLifter, por ejemplo, ha desarrollado prototipos de su dirigible en forma de platillo volador y está buscando financiación para crear una versión más grande capaz de levantar hasta 2 toneladas.
Flying Whales, con sede en Francia, está más avanzada, ya que obtuvo 122 millones de euros (129 millones de dólares) en financiación hace dos años. Con el respaldo de los gobiernos francés y quebequense y de grandes empresas como Bouygues Construction, la compañía tiene como objetivo tener operativo su dirigible LCA60T de 200 metros de largo para 2028, capaz de transportar cargas de hasta 60 toneladas. Esta capacidad podría simplificar proyectos como la instalación de líneas eléctricas en áreas remotas, que actualmente requieren helicópteros para transportar torres de alta tensión pieza por pieza.
“La solución de transporte Flying Whales permitirá a Eiffage replantearse la organización de las obras en zonas remotas, reducir su huella de carbono, mejorar el diseño de las fábricas, optimizar la preparación logística y reducir las operaciones de montaje in situ”, afirma Richard Hellstern, director comercial de Eiffage Energie Systemes.
Superando los desafíos históricos:
Jeremy Fitton, director ejecutivo de Skylifter.
A pesar de estos ambiciosos planes, los dirigibles se han enfrentado a numerosos obstáculos en el pasado. Si bien su seguridad y aeronavegabilidad están bien establecidas, los altos costos y la competencia de tecnologías más rápidas o baratas han obstaculizado históricamente su adopción.
“Toda la tecnología está ahí”, dice Fitton. “La razón por la que los cielos están vacíos no es por el bien de la tecnología, los materiales o la cadena de suministro. Todo se reduce al hecho de que hay una desconexión entre la forma en que se diseña la tecnología y la forma en que el cliente puede adoptarla”.
Un factor crítico que podría jugar a su favor para el futuro es la necesidad de abordar objetivos estrictos de emisiones, especialmente en sectores como la energía eólica. A medida que las turbinas eólicas crecen y se colocan en áreas cada vez más remotas, existe una necesidad apremiante de soluciones rentables y sostenibles. Los dirigibles podrían satisfacer esta demanda, permitiendo el transporte de palas de la turbina y otros componentes pesados de manera eficiente.
¿Un momento con la gran oportunidad?
Los escépticos pueden ver estas promesas como más exageraciones que sustancias, recordando empresas pasadas que finalmente no se cumplieron. Sin embargo, los defensores creen que los actuales desafíos ambientales y logísticos que enfrenta la industria de la construcción podrían dar finalmente a los dirigibles su lugar bajo el sol. En el caso de la construcción en altura, la pregunta sigue siendo: ¿podrían los dirigibles proporcionar la elevación que necesita el sector?
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