Brasil tiene al potasio de Mendoza en la mira. Qué es el plan nacional de fertilizantes del Gobierno de Lula, y por qué Potasio Río Colorado juega un rol clave.
Detrás del desembarco de ARG, la socia brasilera que participa de la nueva concesión de Potasio Río Colorado, hay todo un trasfondo geopolítico. Para Brasil el mineral es un insumo clave, lo que explica por qué, más allá del acuerdo entre privados con la provincia, varios funcionarios del Gobierno de Luiz Inacio “Lula” Da Silva aterrizaron en suelo mendocino.
Para ARG, operar Potasio Río Colorado junto con la argentina Minera Aguilar es un primer paso. Pero en realidad sus directivos ya lo conocían desde hace más de diez años, por un hecho particular: fue socia de su connacional Vale, la sociedad estatal brasilera ex concesionaria del proyecto minero de Malargüe.
Potasio, una “apuesta estratégica” para Brasil
De ahí que el mandato oficial desde Itamaratí haya sido dar respaldo a ARG también desde el ministerio de Agricultura. Entre ambos apuntan a un objetivo estratégico: impulsar el llamado Plan Nacional de Fertilizantes, al que el Gobierno de Lula le ha asignado máxima prioridad.
“Está en fase inicial. Tenemos una política muy próxima, porque el nuestro suministra los insumos minerales que Agricultura utiliza para los agronegocios en general. Lo que el plan prevé es fortalecer a los proveedores, y la mina de Potasio está cerca de nuestro país y de satisfacer la demanda”, agrega Mendes.
El número da una idea de la magnitud que tiene Brasil como potencial cliente y consumidor de potasio: consume cerca de 7 millones de toneladas de sales de las cuales 6,5 millones se importa desde el Hemisferio Norte. Casi 5 veces lo que la planta de Potasio, en la nueva etapa, puede llegar a producir.
Una vez en marcha, para Potasio Río Colorado implicaría asegurarse trabajar al 100% sólo para proveer al vecino país. Pero la producción de fertilizantes potásicos pueden llegar a cerca de 15 millones de toneladas.
Sin embargo, desde el Ejecutivo brasilero son pretensiosos pero no tanto. Se proponen “reducir la dependencia de la importación”, aunque asumen que llegar a la “autosuficiencia” de potasio es mucho más difícil “y no tan interesante”.
El vínculo de ARG con Vale y el Gobierno de Brasil
Del lado del Ministerio de Agricultura del Gobierno de Lula, su viceministro Cléber Soares, no oculta su asombro por la magnitud del complejo que está a punto de reactivarse en Malargüe.
Soares asegura que “desde Brasil, como gran productor de granos, la expectativa es muy grande. Por eso, Potasio es muy importante, un proyecto estratégico para el país poder asegurarselo de esta mina”.
Asimismo, el vice de Agricultura del Gobierno de Lula admite, sin dar valores, que la búsqueda es sustituír a Canadá, Rusia y Ucrania, hasta ahora sus proveedores, por Mendoza “a un precio que resulte mucho más barato”. Y para lograrlo se aferra al “afecto societatis” existente entre Argentina y Brasil como principales miembros del Mercosur.
Tanto es así, que los funcionarios acompañaron a Celso Cavalcanti de Andrade, CEO de ARG a recorrer el yacimiento y valorar in situ su potencial. “Estamos viendo como el Gobierno puede apoyar las operaciones de ARG aquí”, reconoce Soares, ademas de decartar que la coyuntura económica de Argentina vuelva a tensar la relación como ocurrió en 2013, cuando un pedido instatisfecho de diferimiento impositivo de Vale al Gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández desembocó en la parálisis de Potasio.
Con un camino de más de 60 años que se inició con la constructora Ourivio, dedicada a la infraestructura vial, la S.A. ARG nació en 1978 en Minas Gerais. Así, además de la construcción de ferrocarriles y represas, empezó a incursionar en dos rubros vinculados entre sí: los proyectos mineros y la logística.
La primera apuesta la llevó a una “larga y exitosa asociación” como reconocen en la compañía, justamente con Vale, la minera estatal brasilera que estuvo al frente del patrimonio de Potasio Río Colorado hasta desvincularse a fines de 2021.
Más recientemente se puso al frente de la construcción de 2 de los puertos más grandes de Brasil: el Açu en San Joao da Barra, y el Puerto Sudeste (Itaguaí) ambos en Río de Janeiro.