El prop贸sito de esta columna es difundir el programa futuro de la C谩mara Argentina de la Construcci贸n, relacionado con la situaci贸n de extremo d茅ficit en que se encuentran la infraestructura y vivienda y proponer algunas ideas transformadoras que pueden cambiar la grav铆sima tendencia declinante.
Esta Administraci贸n tiene clara la dram谩tica situaci贸n de la infraestructura y la vivienda. Pero con m谩s 茅nfasis en lo mismo no vamos a cambiar la tendencia. Por eso la necesidad de nuevas ideas, nuevas instituciones.
Estas ideas se basan en una profunda modernizaci贸n de la Administraci贸n, que en Argentina todav铆a tiene un marco de autoritarismo que dificulta much铆simo las inversiones, dom茅sticas y extranjeras.
Nuestro pa铆s viene de un largo proceso de decadencia que abarca casi setenta a帽os, y a casi todos los 贸rdenes de la vida de la sociedad.
Hemos generado un macro estado, un verdadero Ogro Filantr贸pico, que como un vampiro se chupa la capacidad de inversi贸n de los argentinos y atemoriza a los extranjeros, generando crisis macroecon贸micas tan dram谩ticas como peri贸dicas.
Si la inversi贸n es baja, su correlato, la creaci贸n de empleo es muy baja. Y si no hay creaci贸n de empleo, la pobreza est谩 a la vuelta de la esquina.
Poca inversi贸n poco empleo mucha pobreza.
脡sa es la ecuaci贸n del fracaso que debemos quebrar. La infraestructura como la vivienda son rubros fundamentales de la inversi贸n.
Estado de la infraestructura y la vivienda
La infraestructura y la vivienda tienen una enorme capacidad de generar inversiones. Pensemos en la Panamericana, un inversi贸n de 430 millones de d贸lares que gener贸 a lo largo de diez a帽os inversiones asociadas por m谩s de cinco mil millones. Y a煤n hoy es todav铆a un facilitador de inversiones.
Despu茅s de m谩s de setenta a帽os de desinversi贸n, el estado de la infraestructura de nuestro pa铆s es alarmante y constituye una limitante fundamental para el desarrollo social y econ贸mico.
En su Informe de Pol铆tica Monetaria de Enero de 2017, el Banco Central de la Rep煤blica Argentina, remarca el “aporte negativo del ratio capital-producto al crecimientodel producto per capita”1, desde 1980 a 2015. Al explicar el concepto, su entonces presidente Federico Sturzenegger se帽al贸 que la inversi贸n neta del pa铆s en esos 35 a帽os hab铆a sido negativa. Es decir que las nuevas infraestructuras y equipos incorporados al proceso productivo, tanto p煤blico como privado, no hab铆an compensado siquiera la depreciaci贸n de lo existente. Si se tratara de una empresa, ser铆a el signo de una clara decadencia.
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